Hoy iniciamos con algo que créo que va ligado a todo lo que estamos haciendo al invertir y eso es «EDUCACIÓN FINANCIERA» todos los días vamos a tocar un tema para ayudarte a ver de una manera diferente la forma en la que usas tu dinero, esperamos que ésto pueda ayudarte.
Hoy quiero explicarte, y por medio de una historia, lo que es la carrera de las ratas…
En algún lugar del planeta, había un niño de lo más de educadito y buena persona. Este chico fue creciendo mientras sus padres le decían constantemente que debía ser un buen estudiante y alguien muy obediente, lo cual claro, él hizo caso juiciosamente.
Luego se graduó del colegio, con las mejores calificaciones, y entró a la universidad. Después de años de dedicación y estudio, se graduó con honores en medicina. Wow, tremendísimo! Empezó también a trabajar y a ganar su propio dinero, y a gastarlo en un buen estilo de vida, el que debía tener alguien de su edad y nivel.
Luego conoció a una hermosa mujer, se enamoraron y se casaron. Pidieron entonces un crédito al banco para hacer una gran fiesta, como ella desde niña había querido, y otro más para comprar un apartamento. Y como los dos eran médicos, una vez pagaron la boda, pidieron un nuevo crédito para hacer una especialización juntos.
Y así, poco a poco van ingresando en la carrera de las ratas…
Siguiendo con el tema, y ya cuando se graduaron este par de tortolitos, empezaron a aumentar sus turnos para poder pagar el crédito, y fue justo en ese mismo momento que ella quedó embarazada. Y claro, con el nacimiento del bebé (iba a poner que eran gemelos, pero no compliquemos mas esta bendita historia, y dejémoslo mas bien solo en uno) los gastos aumentaron y a él le toco duplicar sus turnos ya casi ni se veían. Ademas, pidieron un nuevo crédito para comprar un carro y moverse cómodamente con el bebé.
Pasados unos meses ella volvió a trabajar y los dos aumentaron sus horas de trabajo para pagar los préstamos y la niñera, y para desahogarse un poco, empezaron a pagar sus gastos diarios con tarjetas de crédito.
Luego tuvieron otro bebé (ya tenían el niño, faltaba la niña, ¿no?), y ya el apartamento se quedó pequeño para los cuatro, así que pidieron un crédito para comprar una casa y un carro mas grandes, ya que claro, la gallada (combo de personas) ahora iba en aumento.
Ella volvió entonces a trabajar lo más rápido que pudo para ayudarle a su marido y los dos aumentaron sus turnos al máximo, para poder pagar la hipoteca, los créditos, la niñera, y las altas cuotas de la tarjetica de crédito.
Y así pasaron los años, y mientras los ingresos aumentaban, sus gastos lo hacían también, y ya no eran sólo los gastos, sino todo lo que venía de la mano con su estatus (que había subido de nivel), los viajes, los lujos, las salidas, etc.
Además, los impuestos también aumentaron considerablemente, por la casita donde ahora vivían este par de angelitos y el carro ultimo modelo que ahora tenían.
Y como se me iba a olvidar el final de esta historia (que igual no me hagan mucho caso, ya que es algo que esporádicamente sucede en la vida real, yo por que tengo muy buena imaginación), cuando les enseñaron también a sus hijos a ser buenos estudiantes y obedientes, para que y como a ellos, les fuera bien en la vida. 🙂
La carrera de las ratas de generación en generación…
Hace veinte años, en su libro Padre Rico, Padre Pobre, Robert Kiyosaki llamó “la carrera de las ratas” al fenómeno que ocurre en una historia como la que te acabo de contar, y que viene sucediendo desde hace mucho tiempo, en cualquier lugar del mundo y en cualquier nivel socioeconómico.
Seguramente han existido y existen infinitas variaciones de esta historia, dependiendo del contexto, el entorno, el lugar, la cultura, etc., pero estoy seguro que has visto y escuchado muchas veces este mismo guion, incluso en tu propia vida.
¿Aún no sabes si estás o no en la carrera de las ratas?
Bueno, puedes hacerte algunas preguntas que seguro lo aclararán:
- ¿Llevas un control de gastos y un presupuesto?
- ¿Lo que ganas te da para ahorrar?
- ¿O es igual lo que ganas que lo que gastas?
- ¿Podrías dejar de trabajar por un tiempo y seguir aun con ingresos que te sostengan? ¿O el dinero que ganas solo depende de tu tiempo invertido?
- ¿Llamas a tus lujos “necesidades”?
- ¿Compras cosas que no necesitas para sentirte mejor?
- ¿Te quejas de lo que ganas y crees que si ganaras más todos tus problemas se solucionarían?
- ¿Utilizas tus tarjetas de crédito más de lo debido y así no tengas dinero en el banco para respaldarlas, las llevas siempre contigo “por si acaso”?
- ¿Compras cosas en promoción aunque no las necesites, y peor aun, a crédito?
Ahí te dejo para reflexionar sobre ello… Pero algo si te digo, y es que cuando tus gastos crecen al mismo tiempo que tus ingresos, o sea, entre más ganas, más gastas, nunca tienes el dinero suficiente y siempre crees que necesitas más. Ahí estás, y sin darte cuenta, en “la carrera de las ratas”, como un ratón que corre sin parar dentro de su rueda y no avanza a ningún lado, pero tampoco puede salir de ella.
Y no se trata de que esté mal tener una casa, o un carro, o hacer un viaje, o darte gusto, el punto está en que, si disminuyes tus pasivos y te enfocas primero en invertir tu dinero y generar activos (o en palabras de a centavo, en cosas que te den billetico), pues con el tiempo esos activos te darán el dinero para que gastes en lo que necesites y quieras.
Pero ¿qué es un pasivo?
Bueno, un pasivo es un gasto, es algo que te saca dinero del bolsillo. Un ejemplo puede ser comprar ropa de marca, puede que sea muy linda y muy cómoda y de excelente calidad, pero es un gasto y no te genera ningún beneficio económico en términos generales.
Por otro lado, un activo es algo que te pone dinero en el bolsillo, por ejemplo un negocio o un bien inmueble. Al principio tú invertirás tu dinero y tu tiempo en él, pero después ese activo te dará ingresos con los que podrás pagar tus gastos.
Para salir de la carrera de las ratas hay que lograr armarse de activos… Y disminuir poco a poco los pasivos.
Te lo pongo así de sencillo: Tienes en la mano una fresa que se ve deliciosa, y tienes dos opciones, la primera es la gratificación inmediata, o sea, comértela. Seguramente la vas a disfrutar y te va a calmar el hambre, pero una vez te la comas ya no existe, ya fue. La segunda es la gratificación a largo plazo, o sea, sembrarla. Tendrás que cuidarla y esperar un tiempo, pero una vez crezca, te dará muchas fresas y por muchos años.
La principal razón por la que caemos en la carrera de las ratas es nuestra ignorancia, y poca educación financiera.
Por lo general nuestra educación financiera es mínima, y lo poco que sabemos es lo que nos enseñan las entidades financieras, el gobierno y las grandes corporaciones ¿puedes creer? Si ellos son los más beneficiados con esta carrera, porque son quienes reciben nuestro dinero ¿será que la información que nos dan nos va a servir para salir de ella?
Por eso una de las claves para salir de la carrera de las ratas y evitar volver a caer en ella es educarnos y aprender a utilizar nuestro dinero inteligentemente.
Pero esto va un poco más allá y tiene que ver con nuestras prioridades. Si realmente queremos, no sólo salir de “la carrera de las ratas”, sino además ser libres financieramente, es súper importante replantear nuestras prioridades. Es elegir restringirnos conscientemente y trabajar enfocados hoy para que mañana esos frutos nos permitan vivir la vida de nuestros sueños. Es aguantarnos las ganas de hacer un sancocho con la gallina de los huevos de oro para que a cambio ella nos dé un huevo de oro cada día.
¿CÓMO SALIR DE LA CARRERA DE LA RATA?
Algunos puntos clave para salir de la carrera de las rata.
Define cuál es tu sueño, cuál es el propósito por el que quieres trabajar.
Cualquier camino que emprendas será un poco duro al principio, y es probable que aunque hayas empezado con todo el entusiasmo, éste baje cuando los retos se presenten y los viejos hábitos se vuelvan difíciles de reemplazar. Pero si tienes tu foco en ese gran sueño, y aún en los momentos de prueba te ves haciéndolo realidad, encontrarás la fuerza y la motivación para superar cualquier situación.
Obviamente este sueño tiene que ser algo que realmente te mueva el piso, que te salga de las entrañas, que te obligue a sacar todo ese poder que hay dentro de ti, para que sigas sintiendo que vale la pena hasta el final. Pero, si ese sueño es lo suficientemente poderoso, seguramente estarás dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograrlo y nada ni nadie podrán detenerte.
Edúcate financieramente para salir de la carrera de la rata.
Aprende de nuevos negocios, aprende a invertir en activos, aprende a ahorrar, aprende a llevar un presupuesto, aprende a pagar tus deudas y a no endeudarte más, aprende a reducir tus gastos, en fin…
Estudia, aprende y entiende cómo funciona todo este sistema, que no es más que un juego. Invierte en ti y en tu formación y luego aplica todas las cosas que te hayan resonado en tu vida financiera. Métete en el juego y conviértete en su protagonista y no en un simple observador.
«El dinero no te hace rico, sino la inteligencia financiera con la que manejas el dinero» Robert Kiyosaki
Ademas debes eliminar las creencias antiguas que tienes sobre el dinero, vaciar el vaso de tu mente, y empezar a adquirir nuevos conocimientos, que son los que te llevaran poco a poco a esa tan ansiada libertad financiera.
Encuentra mentores, emula a quienes estén dónde tú quieres estar.
No es que tengas que ser como alguien más o que lo que alguien hizo con absoluta seguridad te vaya a funcionar a ti, pero si hay alguien con quien te identificas y ves que ha superado pruebas similares a las tuyas y que está donde tú quieres estar, pues toma su experiencia y aprovéchala
Seguramente si emulas a alguien a quien admiras, podrás recortar tu curva de aprendizaje, tanto en tiempo como en trabajo. De hecho, te encontrarás con que muchas personas que han logrado grandes sueños tienen varios hábitos en común y si tú también los adquieres pues tus resultados pueden mejorar notablemente.
Traza un plan de acción y ejecútalo.
Con toda esa información que has aprendido, ahora empieza a trazar tu propio plan y llévalo a cabo, sin excusas. Por ejemplo, si tienes deudas, haz un plan a un tiempo determinado y elimínalas progresivamente. El dinero que vas liberando de las deudas que terminas de pagar, lo vas abonando a otra deuda y así sucesivamente, hasta que no tengas ni una.
Luego, ese dinero que ya no pagas en deudas lo empiezas a ahorrar y cuando tengas suficiente, lo inviertes en un activo.
Tomar acción es el puente entre lo que piensas y lo que manifiestas en este plano físico, así que es súper importante que hagas cosas y no te quedes sólo aprendiendo y planeando. Lo más probable es que te encuentres con algunos obstáculos y retos, pero no te desanimes, de esa manera aprendemos y vamos afinando nuestro plan.
Para que todo sea más dinámico y no te sientas estancado, puedes ponerte metas pequeñas, medianas y grandes, a corto, mediano y largo plazo, y por favor, cuando vayas viendo avances, así sean chiquitos ¡celébralo!
Complemento con estas frases de Robert Kiyosaki sobre “cómo salir de la carrera de las rata” y construir nuestra libertad financiera:
- Edúcate financieramente: La diferencia más importante entre ricos y pobres es la educación que reciben acerca del dinero.
- No compres lujos hasta haber construido activos suficientes para poder pagarlos: Los ricos primero invierten y después gastan. Los pobres primero gastan, y si les queda dinero, lo invierten.
- Tus dos activos más importantes son tu tiempo y tu mente: Una mente bien entrenada puede crear enorme riqueza.
- La diferencia entre los ricos y los pobres radica en cómo invierten su tiempo libre.
- Cada dólar puede hacer la diferencia: Los hábitos determinan el futuro financiero de las personas. Cada dólar que pasa por tus manos tiene siempre dos opciones: Convertirse en un activo o terminar siendo un gasto.
- Invertir no es riesgoso: Invertir no es riesgoso, el riesgo es no estar educado financieramente. La inversión tiene el poder de hacer que tu dinero trabaje para ti sin que tú tengas que trabajar.
- Un activo te da de comer aunque no trabajes: Todo lo que tienes que saber es que un activo pone dinero en tu bolsillo y un pasivo extrae dinero de tu bolsillo. Para salir de la carrera de las rata, pasa tu vida construyendo activos.
- Tus ingresos deben ser más altos que tus gastos: El ingreso proveniente de tus activos debe ser más alto que tu total de gastos. La clave está en administrar los activos, un porcentaje de tu dinero le corresponde a tus activos.
Recuerden que todo lleva su tiempo, pero al final vale mucho la pena, así que no se desanimen ni se den por vencidos. Más bien transmítanle a alguien más esto, para que cada vez seamos más y más saliendo de “la carrera de la rata” y ¡disfrutando el camino a la vida de nuestros sueños!